
Agradeciendo toda su ayuda y colaboración desde la Biblioteca, su silencioso espacio, rincón de remanzo para nuestro constante y agitado devenir, Alejandra descansa en Paz.
Sus restos físicos están en el Cementerio de Caleta Abarca; su alma está muy cerca de Pino y su espíritu está en cada uno de nosotros.
(Aporte de Hector Olivares y Alex Campbell)

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